El curso se acaba. Ya empiezan a notarse en el cuerpo las clases, los kilómetros, las guardias, los sofocones y todo lo demás. Estos días de junio siempre son un buen momento para echar la vista atrás y pensar en lo hecho. Desde hace algunos años me vengo encargando de montar el vídeo con las imágenes de las actividades extraescolares realizadas durante el curso. Inmerso en este proceso ayer tarde, me llamó la atención que había algo que se repetía en casi todas las actividades, una figura enérgica, autoritaria y a la vez tierna. Se trataba, cómo no, de D. Francisco Begines, "Curro".
Y es que, como todos hemos dicho alguna vez en el Romero Murube, "Curro es mucho Curro". Curro es ese portentoso torrente de voz que cada mañana inunda de infinita sabiduría, sazonada con mil y una anécdotas repletas de la verdadera gracia andaluza, los pasillos de nuestro instituto. Curro es como un tsunami que arrasa, siempre seguido por discípulos cargados con martillos, listones y puntillas, dejando siempre como nuevo "su" instituto. Hace ya ocho años que llegué a Los Palacios. Recuerdo perfectamente el día que, acompañado por mi padre, vine a conocer mi nuevo destino. Y no olvidaré cómo Curro, entonces director, nos enseñó hasta el último rincón del edificio, con la ilusión de unos recién casados que enseñan su pisito a unos familiares. Y hoy, ocho años después, el centro se conserva igual que entonces, gracias, entre otras cosas, al incansable trabajo de Curro.
No quiero extenderme más, aunque podría, por temor a que se diluya la esencia de este pequeño homenaje a este gran hombre. Sólo decir que en unos tiempos como estos en los que, desgraciadamente, andamos tan escasos de referentes humanos, nuestros alumnos son muy afortunados de poder decir que Curro, D. Francisco Begines, es su profesor. Yo, por lo menos, puedo decir con orgullo que trabajo con él todos los días.
José Luis Caro
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